Voces - Florencia Hnilo y Sebastian Bauer
En esta oportunidad entrevistaremos a Florencia Hnilo (Stanford Econ) y Sebastian Bauer (Stanford GSB), ambos de Argentina
Florencia: Estudié Economía en la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde en los últimos años de la carrera me desempeñé como TA y gané una beca estímulo para trabajar como RA en el Instituto Interdisciplinario de Economía Política de Buenos Aires con el profesor Daniel Heymann. Una vez terminada la carrera, empecé la Maestría en Economía en la Universidad de San Andrés, donde también trabajé como RA del profesor Walter Sosa Escudero, además de dar clases como TA en múltiples materias (Historia Económica, Econometría, Big Data, Macroeconomía…). Paralelamente, fui RA del profesor Alberto Cavallo (Harvard Business School) con quien me puse en contacto cuando hice mi tesis de grado en la UBA.
Sebastian: Antes del doctorado cursé la Licenciatura en Economía de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Maestría en Economía de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT). En ambas universidades me desempeñé como asistente de investigación y auxiliar docente. Además, también fui profesor invitado de la Licenciatura en Economía de UTDT y de la Maestría en Economía Aplicada de la Universidad Austral, en Rosario.
Florencia: Desde chica supe que quería hacer investigación por influencia de mi papá, que es Doctor en Física y trabaja como investigador en un laboratorio. Cuando empecé la carrera de Economía no sabía que existía la posibilidad de hacer un doctorado, pero apenas me enteré (gracias al profesor Paulo Pascuini), empecé a asistir a distintos seminarios y escuelas de verano para entender cómo era la investigación en Economía. Me encantó, y desde entonces (tenía 19 años) dirigí mi carrera a la academia.
Sebastian: Hubo dos puntos clave en mi decisión de dedicarme a la investigación. El primero fue mi primera ayudantía docente en 2014, Microeconomía I en la UBA, en el curso a cargo de Ignacio Apella. En este curso aprendí cómo dar clases y descubrí lo mucho que me gustaba enseñar. Además, con Ignacio también tuve mi primera oportunidad de participar de un proyecto de investigación, en el cual estimamos la demanda de medios de transporte de la Ciudad de Buenos Aires utilizando datos de la ENMODO, una encuesta sobre uso de medios de transporte en la ciudad publicada en 2010. El segundo punto clave fue mi paso por el Instituto Interdisciplinario de Economía Política de Buenos Aires, donde trabajé como becario de investigación de Daniel Heymann. Allí me di cuenta que la vida diaria de un investigador se componía de tareas muy interesantes, lo cual terminó de confirmar mi decisión de dedicarme a la academia.
Florencia: Apliqué siempre a programas que tuvieran oferta de Historia Económica como field. Más allá de eso, dadas mis notas previas y mi experiencia, intenté aplicar a las mejores universidades que pudiera (top 30), postulándome a 16 programas en total.
Sebastian: Me guié principalmente por los consejos de los profesores Leandro Arozamena y Federico Weinschelbaum, quienes me escribieron cartas de recomendación. Fueron ellos los que me hicieron saber lo bueno que era el programa de GSB para hacer teoría microeconómica.
Florencia: En una de las materias de la maestría tengo una muy mala calificación. A pesar de que no forma parte ni siquiera remotamente de mi field, tenía mucho miedo de que me jugara en contra. Esa fue la razón de dedicarle tanto tiempo al SoP: tenía que lograr convencer de que realmente mis intereses de investigación no estaban relacionados a esa materia.
Sebastian: El principal reto sin lugar a dudas fue la maestría, que fue la que me abrió las puertas al doctorado. El GRE también fue un desafío debido a que si uno quiere aplicar con tranquilidad hay poco margen de error.
Florencia: No, estoy muy conforme con las decisiones que tomé durante mi carrera. Mi consejo es buscar cursar siempre con las/los mejores profesoras/es si existe la posibilidad de elegir (en la UBA es así), pues no solo aprenden de la materia, sino que aprenden cómo ser buenos profesionales. Vayan a todos los seminarios/escuelas de verano que les interesen para tener exposición al trabajo académico, no tengan miedo en escribirles a profesoras/es pidiendo consejo para alguna idea de investigación que tengan, y nunca se desanimen con una mala calificación en una materia que no les interesa en particular.
Sebastian: Al principio de mi carrera no me enfoqué mucho en mis estudios y mis notas sufrieron por ello, además de que me demoré un poco más en recibirme de lo que dicta el programa de grado de la UBA. Antes de empezar a trabajar como ayudante en la UBA, trabajé en un call center y en una librería; hice estos trabajos porque quería tener mis propios ingresos a pesar de que mi familia podía mantenerme mientras estudiaba. Obviamente no todo el mundo puede elegir no trabajar durante su carrera, pero creo que es bueno enfocarse plenamente en los estudios en la medida de lo posible. En las universidades siempre hay oportunidades para trabajar en investigación con profesores o en institutos, por lo cual creo que si uno siente curiosidad por la vida académica, es una buena idea intentar participar en este tipo de iniciativas.
Florencia: Los primeros dos meses, el idioma. Me costó mucho entenderles a algunos profesores, pero eventualmente me acostumbré. También me costó aprender de golpe MATLAB, programa que casi no había usado previamente.
Sebastian: El doctorado tiene una gran cantidad de trabajo, lo cual puede de a ratos resultar abrumador. Además estar rodeado de gente muy capaz, si bien es una experiencia muy gratificante y estimulante, a veces genera dudas sobre la capacidad propia.
Florencia: Estoy mucho más segura de mí misma. Antes de venir tenía miedo de no poder lidiar con el programa y con vivir sola por primera vez (hasta ahora había vivido con mis padres), pero sinceramente no tuve ningún problema.
Sebastian: Me organizo mejor que cuando empecé. También creo que la gran cantidad de papers que tuve que leer para las distintas materias me hizo entender un poco mejor qué elementos debe contener un trabajo bien escrito.
Florencia: Mi campo de investigación es Historia Económica, aunque también me interesa mucho Desarrollo y Economía del Comportamiento/Experimental. En este momento estamos trabajando con Sebastián en un proyecto de Historia Económica relacionado a las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial en el comportamiento de los afectados.
Sebastian: Mis intereses de investigación se centran principalmente en el Diseño de Mercados y la Economía Política. Además del proyecto que mencionó Florencia, junto con otros dos compañeros del Departamento de Economía estamos estudiando los efectos del proceso electoral en la composición del gasto público municipal.
Florencia: Me gusta mucho escribir ficción, pero no lo tomaría nunca como una ocupación formal. Lo haría (como lo hago ahora) en forma de hobby.
Sebastian: Me gusta mucho investigar y dar clases, motivo por el cual no me imagino haciendo otra cosa ahora mismo. Dicho esto, sí podría resultarme interesante hacer trabajos de consultoría con algún organismo multilateral, especialmente si de ese modo puedo aplicar mis conocimientos a un problema concreto de la vida real.
Florenciay Sebastian: Creemos que a la hora de aplicar, tanto desde Argentina como desde otras partes del mundo, existe un “currículo oculto”; es decir, una serie de pasos que ayudan significativamente a la hora de maximizar las chances de entrar a un doctorado en el exterior. Como el acceso a esa información puede depender mucho del lugar donde uno estudió, creamos el blog con el objetivo de ayudar a paliar esta asimetría informativa.
Como aprendizaje personal, al ver las iniciativas similares que nacieron en México y en Perú, nos dio esperanzas de que la profesión se está volviendo más cooperativa, algo que intentamos marcar como deseable en nuestro blog.
Florencia H.: No conozco en detalle cómo funciona la academia en otros países que no sea Argentina. Pero al menos dentro de mi país, me gustaría que los alumnos que buscan aplicar a doctorados reciban un salario que les permita mantenerse cuando trabajan como RAs-TAs. El nivel de salarios para RAs-TAs muchas veces (no en todos los casos) es o inexistente o muy bajo: si tus padres o pareja no pueden mantenerte económicamente en el mientras tanto, solo por razones económicas muchas personas no pueden aplicar a un doctorado.
Sebastian: Al menos en Argentina, el financiamiento académico es un tema delicado. Si bien es cierto que en general la remuneración a los investigadores no es tan buena como en otros lugares, también es cierto que no es tan sencillo aumentar el gasto en investigación cuando un conjunto importante de la población tiene necesidades básicas insatisfechas.
Florenciay Sebastian: Al no haber sufrido esta limitación, nuestra opinión quizás no sea la más útil. Dicho esto, recomendamos aprovechar las muy buenas universidades gratuitas que hay en Argentina para tener una buena base, intentando maximizar lo aprendido y, si se puede, las notas. Con eso buscaría aplicar a un pre-doc en el exterior, que les permitirá mantenerse mientras consiguen el conocimiento y prácticas necesarias para aplicar a un PhD. Al momento de aplicar, pediría las becas que muchas universidades ofrecen para no tener que pagar el fee de aplicación.
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- Twitter: @FlorPupih
- Twitter: @Sebauer_
También pueden visitar la iniciativa “Aplicar a un PhD en Economía desde Argentina”
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