Voces - Rony Rodrigo Maximiliano Rodriguez Ramirez
Entrevista a Rony Rodrigo Maximiliano Rodriguez Ramirez, Estudiante del Doctorado en Evaluación de Políticas y Programas Educativos en la Universidad de Harvard.
Esperamos les guste esta entrevista y se inspiren con su historia.
Bueno, sobre mí, siempre he tenido una curiosidad por explorar distintas cosas diría yo. Por un lado, durante mi adolescencia en Nicaragua, me gustaba mucho tanto las artes como las ciencias (por un lado, música y, por el otro, química y biología) pero en el tiempo descubrí que había algo en la forma en que la economía combinaba el análisis cuantitativo con los problemas humanos fundamentales que capturaba mi atención. Si no me hubiera dedicado al ámbito académico probablemente me hubiera gustado explorar algo más deportivo o artístico. En mi infancia, fui seleccionado nacional de béisbol; por lo cual, siempre digo que mi contrafactual hubiera sido ser jugador de béisbol. Como dato curioso, uno de mis compañeros de equipo ahora juega para los Yankees de Nueva York y yo estoy haciendo psets en el doctorado.
Creo que, en general, siempre tuve un interés en torno al estudio de la pobreza, tanto en términos de cómo medirla, así como promover políticas públicas para disminuir la población pobre de un país. Sin embargo, fue hasta que entre al Centro de Análisis Socio-Cultural (CASC) de mi universidad, la Universidad Centroamericana, que me di cuenta que quería realizar investigación. Este interés por la economía se solidificó durante la universidad, cuando tomé Política Pública, y Econometría, que me introdujeron al análisis cuantitativo.
La realidad de Nicaragua, un país con marcados desafíos económicos y sociales, también jugó un papel crucial en mi decisión de enfocarme en la economía para contribuir a soluciones significativas. Cuando uno es pequeño a veces piensa que las experiencias que vamos teniendo son momentos no importantes de la vida. Sin embargo, a medida que vas creciendo, te vas dando cuenta a lo que han sido expuesto, directa e indirectamente, van definiendo tus intereses y preocupaciones. Que a la persona de la casa de la esquina, a la cual la policía pasaba buscando, era un narcotraficante y tu vecindario estaba prácticamente en violencia latente; que las reuniones de algunos vecinos y familiares eran para optar por un programa social del gobierno; que en la librería de mi casa sustituía tiempo de ocio con tiempo para atender el negocio (similar a lo que pasaba con otros miembros de hogar en la pulpería del vecindario); y una que otra experiencia que a veces no tienen sentido hasta que hablás sobre la situación socio-económica del país y cómo esas experiencias representan el día a día de muchos.
La combinación de experiencia práctica e investigación en distintos lugares y un fuertísimo apoyo por parte de mi papá y mamá, mentores, y amistades fue clave para mi admisión al doctorado. Mi trabajo en Nicaragua, especialmente en proyectos de campo, me brindó una perspectiva única sobre los problemas económicos en contextos de bajos recursos a través del CASC. La maestría en el KDI me proporcionó una sólida formación teórica y metodológica, mientras que mi experiencia en el ITAM en México y en el Banco Mundial expandió mi visión global de la economía. En cada uno de estos lugares tuve la gran compañía de mentores que me ofrecieron consejos para mejorar académica y personalmente. Mucho les debo al Profe Mario Sánchez en el CASC, los Profes Booyuel Kim y Hee-Seung Yang en el KDI, el Profe Mauricio Romero en el ITAM y mis Investigadores Principales (PIs) en el Banco Mundial como Berk Özler y Lelys Dinarte-Diaz.
¿Alguna vez te has detenido a pensar en todas las dudas que surgen al intentar aplicar a una universidad en Estados Unidos? Es un proceso que puede parecer abrumador y confuso, especialmente para nosotros los estudiantes de Latinoamérica. Por ejemplo, muchos no sabemos exactamente cuál es el camino a seguir. ¿Cómo se hace una aplicación? ¿Qué buscan realmente las universidades estadounidenses en los candidatos? ¿Cómo debo redactar mi propuesta de investigación para que sea más atractiva? Y, lo más importante, ¿cuándo debería empezar a prepararme para las aplicaciones? También está la cuestión de quién será la persona adecuada para escribir una carta de recomendación.
Primero que nada, es fundamental entender que el proceso de aplicación en Estados Unidos es bastante diferente al de nuestras universidades locales, así como también su grado de idiosincrasia. Las universidades buscan candidatos que no solo tengan un excelente rendimiento académico, sino también que demuestren habilidades de investigación y colaboración. Para hacer tu propuesta de investigación más atractiva, debés enfocarte en presentar un proyecto claro y bien estructurado, que no solo sea relevante para tu campo de estudio, sino también innovador y con un impacto potencial significativo. Es recomendable empezar a prepararse al menos un año antes de las fechas de aplicación, para tener tiempo suficiente para reunir todos los documentos necesarios, mejorar tu currículum, y trabajar en tus ensayos. En cuanto a las cartas de recomendación, es ideal que sean escritas por profesores o mentores que te conozcan bien y puedan hablar con detalle sobre tus capacidades y logros.
Un problema adicional en lugares como Nicaragua es la falta de una cultura de mentoría académica en nuestras universidades. Esto hace que sea más difícil para los estudiantes conocer y seguir la trayectoria que desean al graduarse. Muchas becas se pierden simplemente por falta de información. Además, la comunicación entre universidades a menudo no es lo suficientemente fluida, lo que dificulta que los estudiantes logren aplicar a otras instituciones. Como resultado, estudiantes con alto rendimiento quedan prácticamente excluidos de acceder a mejores universidades, debido a la falta de iniciativas que creen puentes entre las instituciones externas y los estudiantes.
Prácticamente desde el 2019 quería aplicar al doctorado. Por un lado, pasó el COVID, y decidí esperar un poco más para tener un poco más de experiencia y mejores oportunidades. Me preocupaba aplicar con un título de una universidad con poca influencia mundial y que el equipo de admisiones no conociera cómo interpretar mis estudios. Dado esto, opté por validar mis notas a través del World Education Services (WES) y para gracia y sorpresa mía, mis notas eran más altas en el exterior que en Nicaragua lo cual fue de mucha ayuda.
Finalmente, yo apliqué para el ciclo de admisiones del año 2023; lo cual quiere decir que envié toda mi documentación para diciembre 2022. A inicios de ese año, me comencé a preparar para hacer el GRE y tenerlo listo para junio-julio. Para junio comencé a escribir mi Research Statement y tuve la oportunidad de entrar al programa de MIT/Harvard de mentorías donde tuve increíble retroalimentación. Si algo les recomiendo sobre el Research Statement es que tienen que leerlo mil veces, compartirlo con tus mentores/amistades que te “destruyan” el documento y te ayuden a construirlo y poco a poco irá agarrando mejor forma y calidad. Es duro recibir comentarios, pero ganamos cada vez que conocemos que debilidades tenemos.
Mi programa doctoral en Harvard se centra en la intersección entre economía y educación, explorando cómo las políticas educativas pueden influir en los resultados económicos y viceversa. Como parte de mi concentración de “Education Policy and Program Evaluation” combinamos los cursos principales de economía (microeconomía y econometría), mercado laboral, con otros cursos de políticas educativas. Esta es para mí una excelente forma de estudiar economía si tu tema de interés está centrado en la economía de la educación. Es un campo apasionante que combina mis intereses en economía, educación y políticas públicas.
Estrés, por un lado. Por otro lado, siento que me ha hecho ser más humilde. Cuando era pequeño en la universidad pensaba que yo ya sabía de todo. Aquí siento que cada día aprendo. Lo bonito de mi programa es que tenés discusiones con gente del campo de filosofía, sociología, antropología, etc., que te ayudan a ver y comprender perspectivas que tal vez solamente desde la economía no se hubieran tomado en cuenta. Siento que estoy en un buen momento de mi vida para realizar el doctorado. Desde que entré al programa, siento que he crecido enormemente tanto en lo académico como en lo personal. He desarrollado una mayor capacidad crítica y una comprensión más profunda de los retos y oportunidades en el campo de la economía educativa.
Más allá de lo académico, lo más difícil ha sido adaptarme a una rutina que pueda balancear tanto lo académico como lo personal. Creo que todavía estoy batallando en esto y probablemente ustedes también lo estén haciendo. Es importante que mantengamos un balance personal donde podamos hacer ejercicio, caminar, tener tiempo para ver series o jugar videojuegos, pero también para el estudio.
Mi campo de investigación se centra en el estudio del impacto de conflictos, crisis sanitarias y migración en la educación y la formación de capital humano. Específicamente, me interesa entender cómo la interrupción del acceso a educación causada por estos shocks en periodos críticos del desarrollo infantil y adolescente puede llevar a la depreciación del capital humano. Mi trabajo también investiga cómo intervenciones adecuadas pueden mitigar estos impactos, mejorando el bienestar general de los estudiantes y sus oportunidades educativas y económicas a largo plazo.
Me interesa investigar temas de conflictos y educación porque crecí en Nicaragua, un país que ha enfrentado una significativa agitación política y social. Estas experiencias personales me han mostrado de primera mano cómo los entornos de constante conflicto pueden afectar profundamente la educación y la formación de capital humano de generaciones de estudiantes. Este trasfondo personal impulsa mi dedicación a desarrollar estrategias basadas en evidencia que puedan mitigar estos efectos y reducir las desigualdades educativas, asegurando que los estudiantes en contextos similares reciban el apoyo necesario para tener éxito.
El proyecto de investigación que actualmente más me entusiasma es el programa de apoyo psicosocial y de salud mental en escuelas públicas en Armenia, en colaboración con Renata Lemos y Lelys Dinarte del Banco Mundial. Este proyecto busca evaluar cómo estos programas pueden mejorar el bienestar de los/as niños/as refugiados/as y de las comunidades que les acogen, proporcionando evidencia robusta sobre la eficacia de las intervenciones dirigidas a apoyar la salud mental de los estudiantes afectados por conflictos.
Si pudiera implementar un cambio en la academia latinoamericana, sería mejorar la infraestructura y el acceso a recursos para la investigación y la educación. Esto incluiría aumentar la inversión en tecnología educativa, acceso a bibliotecas digitales, y programas de formación para docentes. La razón es que una mejor infraestructura y acceso a recursos permitirían a estudiantes y académicos tener las herramientas necesarias para realizar investigaciones de alta calidad y recibir una educación de primer nivel, lo que contribuiría significativamente al desarrollo económico y social de la región. Esto a su vez, proporcionaría mayor interés en mejorar los sistemas educativos y podría crear un buen ciclo de evidencia-interés-implementación.
A los jóvenes de América Latina y el Caribe (LAC), y especialmente de Centroamérica, que desean dedicarse a la investigación, les daría varios consejos importantes.
Primero, es crucial buscar mentores y construir redes de apoyo. La combinación de experiencia práctica e investigación, junto con un fuerte respaldo de mentores, puede ser decisiva. Es más fácil hacer investigación y seguir los procesos de postulación con amigos.
La preparación y la planificación son esenciales. Muchos estudiantes de Latinoamérica no saben exactamente qué camino tomar ni cómo prepararse para las aplicaciones a programas de posgrado, incluido yo cuando comencé este proceso. Es importante prepararse con anticipación. Aprende sobre el proceso de aplicación, lo que buscan las universidades en los candidatos, y cómo escribir propuestas de investigación atractivas. Comenzá a buscar posibles recomendadores y asegúrate de que te conozcan bien y puedan hablar de tus habilidades y logros.
Construir una red de contactos. Aplica a las oportunidades para trabajar con instituciones nacionales o internacionales y expandir tu visión. Hay muchas personas en estos espacios con intereses similares a los nuestros. Cold emails son más común de lo que creemos. A veces, a través de esta vía pueden salir buenas colaboraciones. Muchas personas, incluyéndome, estamos dispuestos a dar consejos a las personas que nos escriben. Por otro lado, la falta de cultura de mentoría académica y la escasa comunicación entre universidades en muchos países de Centroamérica dificultan que los estudiantes conozcan y sigan la trayectoria adecuada para sus aspiraciones. Si tienen la oportunidad de participar en conferencias, seminarios y eventos académicos para establecer contactos y aprender de otros investigadores, háganlo.
Por último, la persistencia y la resiliencia son claves. No te desanimés por las barreras que podés encontrar. La falta de información y oportunidades puede ser un obstáculo. Buscá becas, programas de intercambio y cualquier oportunidad que pueda abrirte puertas. EconThaki tiene bastante información que es de mucha utilidad para aplicantes. Después de todo, se pierde el 100% de los tiros que no se toman.
–
- Correo electrónico: rrodriguezramirez@g.harvard.edu
- Twitter: @RRMaximiliano
Para cualquier comentario o sugerencia sobre esta sección de EconThaki, nos puedes escribir al correo: contacto@econthaki.org