Entrevista a Hugo Jales, Profesor Asociado en la Universidad de Syracuse.

Obtuve mi título universitario en la Universidad Federal de Minas Gerais en 2008. En 2009, comencé mis estudios de maestría en la Fundação Getulio Vargas (FGV) en São Paulo.

Durante la mayor parte de mi tiempo como estudiante, también trabajé a tiempo completo en un banco estatal llamado Caixa Econômica Federal.

Como mencioné, trabajé a tiempo completo en un gran banco estatal de Brasil llamado Caixa Econômica Federal durante la mayor parte de mis años universitarios. Hacer malabarismos con todas las exigencias de mi trabajo y mis actividades académicas fue bastante difícil. Estaba emocionado con todo lo que estaba aprendiendo en mis clases de pregrado. Aun así, no podía pasar tanto tiempo en el campus como mis compañeros de clase debido a mis otras responsabilidades. Una vez que terminé mi licenciatura, decidí que quería pasar algún tiempo en el mundo académico, pero esta vez quería comprometerme plenamente.

Mi experiencia en FGV fue increíble. El ambiente académico allí era algo especial. Los profesores con los que interactué allí, Sergio Firpo, Vladimir Ponczek, Pedro Valls, Andre Portela, Vladimir Telles, Paulo Picchetti, solo por nombrar algunos, fueron excelentes instructores e investigadores.

Sabían cómo impulsarte a convertirte en un mejor pensador e investigador y, al mismo tiempo, también sabían cómo guiarte poco a poco hacia esa meta. Éste es un equilibrio difícil de lograr.

Mi experiencia allí fue muy transformadora. Moldeó mi forma de pensar sobre la investigación, la economía y la tutoría de jóvenes investigadores.

La investigación es algo realmente curioso si uno lo piensa. Puede ser extremadamente interesante y gratificante un día e increíblemente aburrido y aburrido otro día.

Necesitas una gran cantidad de habilidades muy diferentes para hacerlo con éxito. Ser muy competente en uno de ellos no suele ser suficiente para compensar lo que te falta en otro ámbito. Supongo que, como afirmó Keynes, “un economista experto debe poseer una rara combinación de dones”.

Para comenzar con lo básico, necesitas una buena experiencia en la maquinaria de tu campo. En todas las áreas de la economía, será una combinación de teoría económica (los modelos clave), herramientas matemáticas y herramientas de análisis de datos (estadísticas, habilidades computacionales, codificación, etc.).

Cuando digo una buena experiencia, me refiero a que deberías poder hablar con alguien sobre cada uno de estos temas como si estuvieras dando una conferencia sin mirar tus notas. Una buena manera de saber si realmente entendiste el material no es realizando un examen (en el que se te pide que resuelvas las preguntas que fueron cuidadosamente preparadas por alguien mejor que tú para articular estas ideas), sino tratando de enseñar el material en sí a alguien que no esté familiarizado con el tema.

Eso es sólo el comienzo. Las habilidades técnicas son una condición necesaria pero no suficiente para el éxito en la investigación. La siguiente habilidad en mi lista es el entusiasmo por el tema y la curiosidad. Con esto me refiero a la voluntad de estudiarlo más allá de lo que se le pide que haga para cualquier curso o necesidad inmediata de un proyecto. Encuentro que la mayoría de los que han tenido éxito en la investigación durante un largo número de años tienden a tener esta mentalidad de educación continua de “siempre estudiantes”.

A continuación, es fundamental contar con una buena cantidad de habilidades prácticas, de gestión de proyectos y de gestión del tiempo. Puedes ser brillante, pero no lo lograrás si no puedes terminar los trabajos. Por lo tanto, es necesario tener bastante sentido común. Saber en qué proyectos trabajar (esto es mucho más complicado que simplemente trabajar en tu mejor proyecto; puede ser trabajar en el que está más cerca de completarse; puede depender de los cronogramas de sus coautores, etc.). También es bueno desarrollar el sentido del gusto, como ocurre con los conocedores del vino, para los papers. Intenta adivinar dónde se publicará un documento de trabajo antes de que lo hagas. Si puedes pronosticar con cierta precisión dónde aterrizará un documento, entonces estarás capacitado para juzgar la probabilidad de éxito de sus proyectos, lo cual es una habilidad muy importante al comenzar.

Una habilidad relacionada es la capacidad de juzgar el tiempo que llevará completar ciertos proyectos. Tener una buena idea de ello te permitirá navegar mejor por las compensaciones asociadas con tu investigación y tu tiempo. Es un buen ejercicio anotar cuánto tiempo llevará cada paso de tu proyecto y revisar estas notas una vez finalizado el proyecto para desarrollar una sensación de complejidad del proyecto que puedas utilizar para administrar tu tiempo en el futuro.

Finalmente, comprende que esta carrera puede ser bastante dura para su salud mental, especialmente en las primeras etapas. Encuentra cosas que te gusten hacer fuera del campus, sal con gente que no esté en el mundo académico, habla con tu familia, consigue un perro. No definas toda tu personalidad en torno a ser académico. Si lo haces, cada rechazo te dolerá muchísimo y probablemente te amargarás y te sentirás miserable.

Mi carrera académica estuvo muy influenciada por los asesores que tuve. Cuando comencé a investigar, era alumno de Sergio Firpo en la FGV. Entonces, naturalmente, me interesé por los métodos de evaluación de políticas y los métodos econométricos en general. Luego, en la UBC, bajo la dirección de Thomas Lemieux y David Green, me empujaron a pensar en cómo utilizar estos parámetros causales bien identificados para pensar qué significarían los resultados para la teoría económica. Entonces, en los últimos años, me interesé más en fortalecer la conexión del trabajo empírico con la teoría en mis artículos.

En cierto modo, trato de hacer investigaciones que me gustaría leer. Es decir, trato de agregar a mis artículos las características y cualidades que aprecio en los artículos que leo de otros autores. Recientemente, me ha interesado la teoría y cómo puede guiar el trabajo empírico. En otras palabras, he estado trabajando para reducir la brecha entre los enfoques estructurales y de forma reducida.

Más concretamente, actualmente estoy trabajando en un proyecto sobre los efectos del salario mínimo en los países en desarrollo a la luz de un modelo de negociación Roy. Esta es una versión mucho más estructural del trabajo que hice en mi tesis del doctorado. También estoy trabajando en estimar la distribución de la disposición a tener hijos en función de la variación inducida por los pagos a las madres en Corea (un programa de “bonos para bebés”). También estoy trabajando para medir los retornos del empleo en el sector público mediante un enfoque de preferencia revelada (midiendo las inversiones que los trabajadores están dispuestos a hacer tanto en tiempo como en dinero para acceder a estas carreras). Todos estos artículos tienen una parte empírica, pero está estrechamente relacionada con un modelo de comportamiento económico.

Mis mayores mentores fueron Sergio Firpo, David Green, Thomas Lemieux y Alfonso Flores-Lagunes. Sergio me enseñó inferencia causal y estadística, David y Thomas me enseñaron cómo pensar en los mercados laborales. Alfonso me enseñó un poco de todo, particularmente cómo manejar la vida de un académico que comienza su carrera (cómo tratar con los asesores, con los estudiantes de pregrado, cómo hacer malabares con múltiples proyectos, cómo responder a los informes de los árbitros, etc.).

No me arrepiento mucho. Supongo que desearía haber sido un poco más organizado con algunas cosas. Nunca fui bueno tomando notas. Nunca fui bueno planificando mi calendario y cómo gastaría mi tiempo.

Supongo que también desearía haber aprendido antes lo importantes que eran las habilidades de organización y gestión del tiempo para un académico.

El costo en términos de salud mental que supuso adaptarme a un nuevo país, cultura, clima y comida al mismo tiempo que comenzaba un doctorado fue considerable. En retrospectiva, es evidente que sería difícil, pero subestimé gravemente lo difícil que sería.

Creo que nosotros, los economistas, como comunidad, no somos tan malos como la gente de otros campos tiende a pensar de nosotros, pero, al mismo tiempo, no somos tan buenos como podríamos ser. Hay mucho margen de mejora en nuestro clima y cultura como profesión. Veo señales de que el futuro será mucho mejor que el presente.

Creo que los comités de admisión tienen un trabajo importante al evaluar las credenciales de los futuros estudiantes. Se trata de señales ruidosas y el hecho de no evaluarlas adecuadamente puede provocar pérdidas en ambas partes.

También creo que la tecnología ha disminuido mucho las barreras de entrada. Los estudiantes pueden tomar cursos de los mejores profesores del mundo en línea hoy en día. Tal vez algún día podamos avanzar hacia lo que se hace en ciencias de la computación, en el que los postulantes tengan entrevistas de codificación cuyo objetivo es mostrar lo que pueden hacer (qué tan bueno es codificando) en lugar de intentar adivinar de manera inexacta sus niveles de habilidad basándose en los puntajes de las pruebas y donde obtuviste tu título.

Intenta recopilar información sobre el proceso de quienes hicieron cosas similares. Saber qué recursos existen puede ser de gran ayuda para planificar tu carrera. Además, no dudes en trabajar durante un par de años durante o inmediatamente después de terminar su carrera universitaria. Esfuérzate por prepararte académica, financiera y mentalmente para pasar a una carrera académica. Es probable que estas inversiones se amorticen en los próximos años.

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