Voces - María Caridad Araujo
Entrevista a María Caridad Araujo, Jefa de la División de Género y Diversidad del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Entrevista por Ana María Trujillo
Crecí en una casa en la cual el radio, las noticias y el periódico estaban siempre presentes en nuestras vidas, entonces siempre me interesaron los temas de la política pública. La economía era un buen equilibrio entre dos áreas de estudio que yo disfrutaba: habilidades analíticas/cuantitativas y las humanidades. Por eso opté por esa carrera para la licenciatura.
Mi carrera siempre combinó investigación con trabajo aplicado a las políticas públicas. He tenido momentos en los cuales me he concentrado más en una u otra área, sin embargo, disfruto más cuando logro un equilibrio entre las dos.
Al terminar la licenciatura en la Universidad Católica, tenía mucho interés en hacer un posgrado en economía ambiental. Allí, tuve dos excelentes profesores en mi último año, ambos extranjeros, Mark Kenber y Joseph Vogel, quienes me ofrecieron información sobre los programas de postgrado en esta área y me animaron a postular a ellos. Ésta era la época pre-internet, por lo cual fue esencial poder enriquecerme de su consejo y experiencia en ese proceso. Postulé a aproximadamene 9-10 Universidades en Europa, Canadá y Estados Unidos. Recibí varias admisiones que incluían financiamiento y fue así que llegué a Berkeley. Una vez en el programa, descubrí que ofrecía una especialización en Economía del Desarrollo y decidí enfocarme en ella.
Curiosidad, disciplina, rigor, perseverancia y humildad. La investigación es estar dispuesto a aprender constantemente y eso requiere reconocer que uno no tiene las respuestas a todas las preguntas. La investigación es un trabajo que puede resultar solitario. Toma mucho tiempo (años) publicar un artículo en una revista con referato. Debe gustarte mucho el proceso para mantener tu motivación y tu concentración a lo largo del tiempo.
Este año he estado colaborando con varios colegas en un libro que analiza el avance en Latinoamérica y el Caribe en materia de igualdad de género, así como la agenda pendiente y cómo la política pública puede acelerar el avance en esta área. A mí, siempre me ha apasionado la agenda de la equidad.
Supongo que depende de la persona. En mí, una constante ha sido el interés por los temas de equidad. Los he podido abordar desde ángulos diferentes a lo largo de mi carrera.
Pienso que hay diseñar política pública con base en evidencia y acompañar su implementación con datos y monitoreo. En casos y contextos específicos, también se puede buscar responder preguntas de investigación de forma más rigurosa. No obstante, hay que ser muy selectivos y estratégicos en elegir esos casos, pues éste es un proceso complejo y costoso (en recursos financieros y humanos).
Me parece clave encontrar herramientas de comunicación que nos permitan tender puentes entre audiencias distintas. No siempre invertimos suficiente tiempo en ello.
Ha sido una experiencia enriquecedora y formativa. Es una enorme responsabilidad y un privilegio poder acompañar al gobierno de un país en el diseño, implementación y evaluación de sus políticas y programas. Ha sido una manera muy bonita de conocer más a fondo algunos países de la región.
Son muchos. Desde el colegio, tuve mentores importantes, como la directora de mi colegio, Adriena Varhola, o mi profesora de historia, Eilem de Arellano, quienes nutrieron mi curiosidad y la confianza en mí misma. Mientras estudiaba en la Universidad, tuve la oportunidad de trabajar en organizaciones de gobierno y de la sociedad civil. Allí conté con mentores generosos como Luis Jácome, Yolanda Kakabadse, Ricardo Meléndez y Germánico Salgado. Ellos me ayudaron a descubrir horizontes fuera del Ecuador, a ampliar mis intereses, a fortalecer otras competencias clave (como la colaboración, la resolución de conflictos y la comunicación) y a explorar mis habilidades de liderazgo. También Mark y Joseph, los dos profesores a quienes nombré antes, tuvieron un rol formativo clave para mí. Y ya en el doctorado, mis asesores de tesis, Elisabeth Sadoulet y Alain de Janvry fueron extremadamente generosos con su tiempo y su conocimiento, y me motivaron a sacar el máximo provecho de las oportunidades que me ofreció Berkeley.
Seguro. Me hubiese gustado tener una formación aún más rigurosa en matemáticas.
En diferentes momentos de la vida, se presentan retos distintos, cada decisión trae sus pros y sus cons y tienes que pesarlos en función de tus propias prioridades. Las decisiones grandes siempre son complejas y presentan desafíos: hacer la vida fuera del país, optar por una carrera académica o de política pública, formar una familia, encontrar un equilibrio entre lo personal y lo profesional… A medida que he ascendido a posiciones de mayor responsabilidad, también me he encontrado con techos de cristal similares a los que enfrentan las mujeres en muchos ámbitos de la vida profesional.
¡Se puede escribir un libro sobre esta pregunta! La región dio un salto importante en materia social a principios de siglo. La pandemia puso en evidencia que ese avance era frágil. Además del riesgo de que se reviertan permanentemente esos avances, me preocupa que las sociedades se estén polarizando tanto.
Este es otro tema sobre el cual se pueden escribir no uno, sino varios libros. Las causas estructurales de estas brechas son diferentes y podemos hablar de muchas de ellas. Para el caso de los temas de género, pienso que parte de cambios culturales sobre las normas sociales y las expectativas tan diferentes que tiene la sociedad sobre hombres y mujeres.
Si una persona logra completar con éxito su licenciatura, se encontrará financiamiento para los estudios de doctorado. No obstante, lo más probable es que las barreras se enfrenten mucho antes, desde la etapa escolar. Un punto de partida es contar con mentores que te ayuden a identificar tus debilidades, a buscar maneras de remediarlas y a identificar oportunidades para el logro de tus metas.
A las personas interesadas en economía, les recomendaría leer mucha historia y también interesarse por la prensa, por las noticias. Y también les sugeriría leer libros de otras disciplinas, para mantener siempre una mirada amplia de los problemas. Por ejemplo, a mí, en mi época universitaria, me impactó un libro que se llama La Diversidad de la Vida, de Edward O. Wilson. Este libro habla sobre la biodiversidad y los grandes momentos en la extinción de las especies a lo largo de la historia de la Tierra. Hasta ahora, lo considero esencial en mi formación.
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