Voces - Carolina Vera
Entrevista a Carolina Vera, estudiante del PhD en la Univerdad de Arizona
Soy una mujer boliviana. Estudié el pregrado en Economía en la Universidad Católica Boliviana y un Master of Arts in Economics in ILADES/Georgetown University. En cuanto a experiencia laboral, si bien tuve la oportunidad de trabajar en varios tipos de cargos en el pregrado (para pagar parte de la universidad), los últimos 5 años los he dedicado a labores en la academia. Tanto como asistente de investigación, instructora (docente) universitaria, investigadora junior, entre otras.
En la maestría, es más bien una anécdota. Cuando ingresé al master, me di cuenta que mis expectativas iniciales no eran acerca de aprender en profundidad la teoría económica. Sin embargo, con el paso del tiempo, me fue encantando.
Tuve la oportunidad de trabajar con grandes profesoras/es que me mostraron el camino de la investigación (así como los pros y contras de una vida en la academia). En la actualidad, no me veo en ningún lugar más que haciendo investigación.
En primer lugar, tuve unos meses para reflexionar si hacer un doctorado era el siguiente paso a nivel profesional. Entender las ventajas y los sacrifiios de este proceso es la mejor manera de llenarse de motivación cuando encuentras que la academia es lo tuyo. Posteriormente, planifiqué durante dos años el generar el presupuesto base para las aplicaciones, definir las fechas de los exámenes (GRE/TOEFL) y sus respectivos tiempos de estudio.También es necesario definir la lista de programas a aplicar, la coordinación alrededor de las cartas de recomendación, la preparación de los documentos, entre otros.
En primer lugar, es un proceso solitario. Si bien siempre encontramos algunas/os colegas con los que compartir el proceso; en general, muy pocas personas en el mundo llegan a aplicar a un doctorado (y menos ser admitido/a, alrededor del 1% de la población mundial). En el caso de bolivianos/as, conozco a un número de colegas que experimentaron el mismo proceso muy limitado. Por otro lado, sin duda, es el gran presupuesto que un/a latinoamericana tiene que enfrentar para aplicar (3,000-4,000 dólares). Otro desafío, es que al ser un proceso de largo aliento, se requiere reforzar el sueño/motivación del porqué hacemos esto constantemente.
Creo que tomar algunos consejos de manera más relativa. Durante el proceso, conté con varias fuentes de estrés, presión, etc. Algunos consejos (hechos con el mejor de los ánimos) me llevaron a creer en algún momento que no tenía oportunidades para competir en un proceso de aplicación. El consejo para “resolver” esto sería, nunca dejar de alimentar estos sueños y poner todos los consejos en una balanza.
Creo que un doctorado nos permite encontrarnos con un nivel muy profundo de ignorancia. El de no conocer la basta teoría que fundamenta nuestro campo. Incluso si creemos que somos economistas y en el pregrado/master nos fue bien. Este primer año para mí ha resultado un proceso que conlleva a ser más paciente conmigo misma.
Un proceso en el que puedo no entender algo por horas (o días), pero en algún momento llego a comprenderlo y es lo más satisfactorio. Citando a Martin A. Schwartz (2008): “La estupidez productiva significa ser ignorante por elección propia. Centrarse en cuestiones importantes que nos sitúan en la posición incómoda de parecer ignorantes. Una de las cosas más hermosas de la ciencia es que nos permite tambalearnos, fallar una vez tras otra, y sentirnos perfectamente bien mientras aprendemos algo cada una de las veces.”
Considero que no ha cambiado tanto como lo esperaba. Esos años de planificación para la aplicación me permitieron entender que la academia tiene complejos problemas enraizados en ciertos grupos (discriminación de género, cultura del top 5 journals, seminarios “agradables”, competencia mordaz).
Por otro lado, la academia también me permitió conocer a colegas increíbles en el camino. Asimismo, comencé a ver una evolución de la comunidad de economistas (#EconTwitter) y la búsqueda de ser un espacio más inclusivo. También me da la sensación que las/os jóvenes académicas/os tendrán grandes oportunidades de generar aún mayores cambios.
Mi agenda de investigación estará enmarcada en la economía laboral, desarrollo infantil, economía de la educación y econometría aplicada.
BOWEN, Bolivian Women in Economics Network es una de las primeras redes de colegas economistas en LATAM. Somos un comité permanente de SEBOL (https://www.sebol.org/) que busca incentivar la mayor participación de mujeres economistas en la academia. Realizamos proyectos enfocados en formar a jóvenes colegas, a informar/inspirar a las nuevas profesionales sobre cómo acceder a mejores oportunidades en el mundo académico y a proveer una comunidad de colaboración a las actuales economistas bolivianas alrededor del mundo. Consideramos que no estamos muy lejos de comenzar a proyectarnos más allá de nuestras fronteras para abrir las puertas a colegas latinoamericanas. Estoy muy feliz de haber colaborado con la fundación y ahora en el directorio de esta red.
La motivación fue que contamos con muy (muy) pocas colegas bolivianas con un doctorado o que se encuentren en la academia actualmente (dentro y fuera de Bolivia). Eso quiere decir, que es bastante difícil tener un “role model”. Durante la época de las aplicaciones, recuerdo que me decía que iba a ser la siguiente “Miguel Urquiola en versión femenina”. Miguel es uno de los economistas bolivianos que más admiro.
Sin embargo, después fui evolucionando la idea en que necesitamos a más mujeres haciendo investigación, tener más ejemplos femeninos para la siguientes generaciones de economistas bolivianas/latioamericanas. Así también comprendí que requeríamos tener una comunidad donde las mujeres en economía puedan compartir sus experiencias, sentir este espacio de colaboración y apoyo como suyo. Un 8 de marzo de 2021 escribí un tweet a varias compatriotas para discutir estas ideas y así fue como nació BOWEN.
Comencemos por la idea de que, en general, se gradúan muchas menos mujeres que hombres en economía. Esto se traslada a la proporción de estudiantes de postgrado y colegas que aplican a un doctorado. Latinoamérica tiene algunos países donde la academia se ha ido desarrollando de manera consistente en los últimos años (Chile, Brasil, Colombia, Perú). En general, el mercado es bastante competitivo y dinámico en dichos países. En cuanto a las comunidades, LACEA ha hecho un trabajo muy interesante por buscar incluir a más latinoamericanos en la discusión económica. Asimismo, algunas sociedades van organizando grandes conferencias de calidad. Por último, los jóvenes estamos en nuevos proyectos de inclusión e informar a los nuevos profesionales sobre sus oportunidades de formación (EconThaki, Aplicar desde, BOWEN, etc.)
Más espacios de colaboración entre colegas. Hay una dinámica bastante interesante entre académicos/as en USA/Europa y futuras/os estudiantes de PhD, los espacios de recomendación han incrementado las posibilidades de las/os latinoamericanas/os en grandes programas de doctorado. Podemos hacer que esos espacios de colaboración no sólo se reduzcan a “recomendaciones”, sino a trabajo conjunto, a una red de coautoras/es (uno de los proyectos de BOWEN), mentoring a académicas/os jóvenes, etc.
Desde los 15 años he trabajado en diversos voluntariados. Considero que si una/o puede acceder a espacios de privilegio, tiene la gran responsabilidad por devolver a la sociedad y brindar oportunidades a otras personas que las puedan requerir.
Por lo que siempre estoy dedicada a pensar en nuevos proyectos/equipos para trabajar en grandes proyectos de desarrollo. A nivel personal, algo a lo que dedicaría algunas horas es volver a un coro profesional. El coro es una de las mejores experiencias, en las que un grupo de personas se unen para crear música en perfecta armonía.
La curiosidad es la primera condición para hacer investigación. La habilidad constante para hacerse preguntas acerca de nuestra sociedad y sus necesidades es lo que nos incentiva a hacer investigación económica. La perseverancia y el trabajo duro es lo que nos puede llevar a eliminar o reducir barreras (recursos, mentores, etc). No dejen de buscar oportunidades donde puedan aprender algo nuevo. Siempre hay gente buena que está dispuesta a apoyarnos. Por último, si logras cumplir esos sueños (un doctorado, un gran cargo académico, etc), no te olvides de ayudar a alguien más desde esos espacios de privilegio.
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Twitter: @CarolinaVVera
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BOWEN Website: https://bowensebol.org/
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